Marzo 2020 Lo Mejor de Retos Femeninos
5 Un gran número de mujeres, por no decir que todas, en algúnmomento de la vida e incluso demanera cotidiana padecen violencia que “no se ve”, que no sale en las noticias, que no requiere hospitalización ni implica la muerte, pero que suma al desgaste del tejido social y que, de una u otra manera, nace en el núcleo familiar. Históricamente, y como parte del orígen de la violencia en su contra, nos encontramos con una serie de actitudes y dichos que se han normalizado y que en mayor o menor medida son utilizados en el ámbito familiar tanto por hombres como mujeres. Hacer ver esas actitudes que promueven la desigualdad, el maltrato, y la violencia, es hoy un imperativo. Es necesario levantar la voz sobre lo que se piensa, erróneamente, que no es “tan grave”. Por ello, en relación con la violencia que sufrimos las mujeres en México, conviene poner el foco en la familia porque ahí es donde se reproducen patrones de diferente tipo que la explican y, por ende, ahí es donde también vale la pena combatirla. Parto de algunos datos espeluznantes: en 2016, una de cuatro mujeres padeció alguna agresión física o sexual en su hogar (sólo hablamos de quienes denunciaron), incluso en 2018, según el Instituto Nacional de Estadística poco más de 12 millones de mujeres soportaron la violencia en sus casas, y en la intimidad de su relación de pareja. Esto no puede entenderse sin la impunidad Hablemos del orígen y #QueSeAcabe
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