15 dos horas antes, reduciría el riesgo en un 40%. Sin duda, aquellos que apagan la alarma del despertador cinco veces antes de levantarse y viven “corre y corre mañanero”, tienen un nuevo motivo para dormir menos. Prepara el cuerpo y la mente: Lo ideal es irse a la cama dos horas antes del tiempo habitual, pero puedes comenzar por una hora hasta gradualmente extender el tiempo. Evita comer, tomar y hacer ejercicios tres horas antes de acostarte. Haz la cama cada mañana: La Fundación Nacional del Sueño han comprobado que existe una relación fuerte entre ver un dormitorio ordenado, dormir mejor y tener un mejor día. Dile buenos días al sol: Sal un rato al balcón, al jardín o a caminar y verás cómo la luz solar mejorará tu estado de ánimo. Te aseguro que una vez que descubras el placer de madrugar y cómo influye en tu salud emocional, saltarás de la cama cada mañana.
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