25 Cuando de pronto nos hemos visto ante situaciones inesperadas, como el COVID que fue primero, pero de ahí se han desencadenado más cosas alrededor, encierro, trabajo virtual, menos actos presenciales, afectación en ingresos, pérdida de empleo, disminución de clientes, o el entorno que no permite continuar. Descubres que lo que habías hecho con soltura, con éxito, empieza a ser algo que se va quedando lejos, algo que cada vez hay más distancia entre lo esperado y la realidad. No es justo darte cuenta que te están obligando a salir de zona de confort, cuando te estaba yendo de maravilla. Esa zona de confort no era una situación no deseada, por el contrario, todo fluía a la perfección, cómodamente, con resultados positivos. Hoy, esto no funciona y dejar esa piel atrás para renovarte no está siendo nada fácil. Te aferras a lo que fue y te cuesta trabajo entender que esto ya no regresará. Todo lo nuevo se vuelve muy incómodo de aprender, de hacer, de empezar y sientes que el huracán te lleva con toda su dimensión y te envuelve sin poder respirar y ver un camino claro. ¿En qué momento acaba esta tormenta? Estás clara que estás lista para retomar tu camino. ¿Pero qué pasa cuando ese huracán se llevó en su tormenta todos los cimientos de lo que estabas haciendo y tendrás que volver a empezar a construir? Esteeselmomentodeterminantede tu transformación personal y tu reinvencíon. Solo tú eres 100% responsable de salir airosa de esto con éxito. Claro que esto no siempre se puede lograr solo. Necesitas que alguien con otra visión diferente te de la mano y te ayude a salir de la tormenta. El punto reflexivo es que levantes la voz, la mano y permitas que te ayuden. De lo contrario, en lo que lo piensas, la tormenta te deja sin nada, y la desmotivación puede impedir que veas con claridad que es tu momento, tu salida para seguir creciendo y encontrando nuevos caminos y nuevas oportunidades. Lo estoy pintando muy drástico, pero imagino la cantidad de veces que en momentos hemos visto una tormenta en nuestra cabeza, y que aunque sea por minutos o breves momentos, nos hemos sentido desoladas para salir adelante. Frenar tu camino, reflexionar lo que sí puedes hacer y dejar atrás lo que había funcionado que ya no funciona, requiere de humildad y mucha reflexión. Es un proceso de transformación que te vuelve a llenar de energía, y que abre el horizonte para que ya no exista la intermitencia, y que, al contrario, haya una fuerza y un coraje para encontrar formas innovadoras de salir adelante. Si tehassentidoasí, noeres laúnica, algunaspersonas pasan por estos procesos y salen adelante, lo que es completamente tu responsabilidad, esdecidir hacerlo, con ayuda o con claridad, pero depende 100% de ti. Cómo no ceder tu poder a otras personas
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