42 Mayerlín Romero Cada vez que camino por las calles de mi pueblo y veo a los transeúntes, me resulta inevitable pensar en cuántas personas estarán enamoradas o cuántos de ellos habrán sufrido alguna desilusión, al final creo que todos hemos vivido un poco de todo, cada momento llega para enriquecer el extraordinario viaje llamado: ¡Vida! Y sin lugar a dudas, la pieza clave y esencial del viaje, el punto común de equilibrio, es la resiliencia. Al respecto, la Asociación de Psicología, expresa: “La resiliencia es un rasgo sobrehumano, es ser capaz de recuperarse de experiencias difíciles”. Dicho lo anterior, esto equivale a lograr aprender a rebotar como una pelota, levantándote de nuevo e inmediatamente. Empieza por aprender a no verte a ti misma como una víctima, sino como protagonista de tupropia historia y encontrar el ¿paraqué?, oculto en cada prueba. En virtud de ello, ser resiliente es a la vez ser alquimista emocional al transformar una circunstancia dolorosa en oro, convertido en crecimiento personal. Resulta imprescindible y oportuno mencionar el mito egipcio del ave fénix y su conexión con la resiliencia, como lo plantea Jung (1963) en su libro “Símbolos de transformación”: “Según el poeta romano Ovidio: Cuando el Fénix ve llegar su final, construye un nido especial con ramas de roble y lo rellena con canela, nardos y mirra, en Cuando una mujer abraza la resiliencia IG: @soy.mayer
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