27 miocárdica –una reducción significativa del flujo sanguíneo a los músculos del corazón, que puede ser un desencadenante de eventos cardiovasculares–, siendo el grupo expuesto al estrés mental el que presentó más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco no mortal o de morir de una enfermedad cardiovascular en los años siguientes. Aunado a ello, otro estudio conocido en el círculo médico como Interheart publicado en la revista médica británica The Lancet, en 2004, demostró que es el estrés mental o psicológico uno de los factores que más influye en sufrir un infarto al corazón, aún por encima de la obesidad, la mala alimentación, consumo de alcohol, diabetes y sedentarismo. El estrés es la primera causa de insomnio o de mala calidad del sueño y además, las manifestaciones son tan únicas como el organismo que lo experimenta. Tanto a nivel fisiológico, como cognitivo y de comportamiento, el estrés se hace visible a través de una amplia gama de respuestas. Cada persona lo procesa demanera distinta y puede presentar señales como dolores de cabeza, acné, hábitos compulsivos o irritabilidad.
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