6 Y si ese clima de discriminación también se vuelve socialmente aceptable (como sucede en México), se abre el espacio a la violencia. Así, surgen las amenazas, los golpes, los daños a la propiedad y los intentos (muchas veces exitosos) de asesinato. Por ello, gran parte de la lucha contra la violencia hacia mujeres trans implica combatir estereotipos y prejuicios. El reto es grande: en la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017, casi cuatro de cada diez personas decían ni siquiera estar dispuestas a rentarle una habitación a una persona trans. Para desarticular los estereotipos transfóbicos, una arena prioritaria son las redes sociales. Las agencias DataReportal, Hootsuite y We Are Social estiman que en México habemos más de 102 millones de usuarios y usuarias de redes (es decir, casi 80% del país) y que, en promedio, invertimos tres horas con veinte minutos a diario en dichas plataformas. Por desgracia, las redes son un espacio de alta difusión de transfobia. Por ejemplo, en un estudio en Reino Unido, la empresa Brandwatch y la organización Ditch the Label analizaron 10 millones de ‘posts’ en redes sociales —publicaciones en plataformas como Twitter, Instagram o YouTube que de 2016 a 2019 habían hecho referencia a las personas trans. Según los hallazgos, al menos un millón y medio de esos ‘posts’ utilizaban un lenguaje excluyente, estigmatizante y transfóbico. Un alto porcentaje había sido compartido miles (e incluso decenas de miles) de veces. En México, este tipo de mensajes se observa con cada vez más regularidad. En la Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género 2018, casi la mitad de las mujeres trans (44%) dijo haber sentido discriminación en las redes sociales tan solo durante el año anterior. Apenas en enero de 2022, se iniciaron diversas quejas ante Conapred y Copred por legisladores y legisladoras que han utilizado el alcance de sus redes para emitir mensajes contra las mujeres trans. Erradicar laviolencia transfóbicaexigecombatir esta clase de discursos. El foco no es necesariamente antagonizar a quienes emiten comentarios excluyentes y estereotipados. Más bien, la misión es desmontar o rebatir activa y hábilmente sus ideas, así como amplificar mensajes, voces y llamados a la inclusión en nuestras redes. Varias instituciones tienen recomendaciones para abonar a esta misión. Por ejemplo, tanto el Conapred como la UNESCO han publicado sugerencias prácticas sobre este tema. Sus consejos muestran la importancia de poner los testimonios de las mujeres trans en el centro, afirmar que tienen los mismos derechos que otras personas, y visibilizar la discriminación que enfrentan, siempre desde un lugar de empatía y solidaridad. Ésta es una tarea que nos convoca a todas, todos y todes. Mientras las mujeres trans enMéxico enfrenten discriminación, agresiones y violencia a raíz de los estereotipos, no podremos decir que vivimos en un país democrático, incluyente y de derechos. * Roberto Zedillo Ortega es especialista en materia de igualdad y no discriminación. Estudió Ciencia Política y Relaciones Internacionales en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), así como una Maestría en Sociología en la Universidad de Cambridge. Ha asesorado a la Presidencia del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y a la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM (CulturaUNAM) en el diseño y la implementación de estrategias, políticas y acciones para la inclusión. También ha desarrollado proyectos de consultoría e investigación sobre D&I en las empresas, y cuenta con numerosas publicaciones académicas y de divulgación nacionales e internacionales sobre discriminación, inclusión LGBTI, integración migrante y reconstrucción con perspectiva antidiscriminatoria. Tiene amplia experiencia en la impartición de talleres, conferencias y capacitaciones sobre igualdad a personal corporativo, funcionariado y público general, así como en docencia a nivel universitario.
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