37 terapeutas están llenas de personas que reniegan de sí mismas y han despreciado su singularidad. La responsabilidad de la autoestima de los demás no debería estar en tus manos (excepto que se trate de tu hijo/a y sea una personita aún), ni la tuya en las suyas, jamás de los jamases. El uso de los talentos propios es necesario para ser feliz. Quien no quiere usarlos y hace cosas muy por debajode susposibilidades, sologenera frustración, malestar emocional, desidia vital, mediocridad, victimismo, e infelicidad a sí mismo. Jamás tapar los talentos conlleva felicidad o bienestar ni para uno ni para los demás. Puede que la persona se autoconvenza de lo contrario (racionalización), y se haga creer a sí misma que ‘no pasa nada’, pero la procesión suele ir por dentro, y acaba por ‘estallar ‘el volcán’ -todo lo reprimido halla la manera de salir al exterior-, en forma de enfermedad, ira, ‘accidente’, o auto boicot (rebeldía mal entendida). TENER MIEDO AL FRACASO EN VEZ DE ENAMORARTE DEL ÉXITO. Lo que equivale a pasarte el día rumiando malos pensamientos, llenándote el corazón de dudas e insultos hacia ti. Desautorizándote, y rememorando las veces que te dieron con la puerta en las narices o las calabazas podridas que cosechaste. ALIMENTAR LA AUTOESTIMA Y TENER A RÉGIMEN A TU AUTOVALORACIÓN. Si creyeses en ti, esto no te sucedería. Si te dedicases a quedar biencontigoalimentarías tualma, en lugar depasarte la vida esperando a que los demás te acepten, aprueben, adoren, motiven, refrenden, premien o amen locamente. Una (aparente) alta autoestima por reconocimiento externo, que no significa en absoluto alta autovaloración, amor a uno mismo. Depender de los demás para que nos alimenten el ‘ego’, es fomentar la codependencia emocional la cual conlleva esclavitud, y ésta, a su vez, conlleva conflicto interno. No se puede estar emocionalmente bien si se es esclavo de la opinión ajena. A todos nos gusta que nos amen y aprecien. Sin embargo, nuestro alimento emocional no debemos hacerlo depender de los demás más allá del 50% y, si puede ser el 20%, mejor. La solución es tener la despensa emocional llena, y si nos regalan comida, ¡genial! Una manera madura de gestionar nuestro alimento emocional es no pasar hambre, y a la vez, dejarnos agasajar. Hay demasiado mendigo emocional: gente que cada día sale a la calle a mendigar ‘alimento’, cuando podrían perfectamente ocuparse de darse de comer, lo cual es una responsabilidad decisiva para con uno mismo. PENSAR QUE EL ÉXITO ES FÁCIL. Creerte las historias que cuentan algunos de que todo consiste en ‘estar en el momento justo, en el lugar adecuado’-, y nadamás. Eso no es así. Cada uno de nosotros paga su precio por alcanzar sus sueños más preciados. Independientemente de cómo les va a otros, a ti, te irá en función de cómo gestiones tú vida, o sea, que tu experiencia será única, personal e intransferible. Podrás inspirarte en otros, pero solo tú, y nadie más que tú, vivirá tu propia historia. NO TENER VISIÓN A LARGO PLAZO. Si no sabes adónde vas, adónde quieres ir, adónde no quieres llegar, cómo no quieres llegar, y cómo si te gustaría alcanzar esa meta, ¿cómo podrás trazar la ruta? Pon los ojos en tu meta, y luego retrocede hasta el presente: para ganar la guerra deberás ganar las batallas. O, lo que es lo mismo, alcanzar la meta final pasa por ir alcanzando las sub-metas. Con cada sub-meta conquistada, tu selfworth se potenciará y tendrás ánimos para enfrentarte a la siguiente etapa en tu camino al éxito. La estrategia para alcanzar una meta se asemeja a un viaje con sus etapas: ¿en cuántos días queremos hacer el viaje?, ¿qué sitios queremos visitar?, ¿dónde nos queremos alojar?, ¿de qué presupuesto disponemos?, ¿coche, tren, bicicleta…?, ¿cuál es nuestro estilo de viaje? Piensa en cómo haces cuando viajas y tendrás mucha información acerca de cómo es tu estilo (cómo haces) para alcanzar (o para alejarte de…) tus objetivos.
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