27 La tribu reconoce que la corrección para las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de su verdadera identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros. En nuestra cultura, muchas veces son los más allegados también los que conocen tu canción y te la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás. Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido. Estoy convencida que no eres producto de la casualidad. No eres nada más el ser que fue concebido cuando tus padres se amaron y tal vez incluso, sin desearlo, llegaste a este mundo debido a que las condiciones estaban dadas. Es verdad que estás aquí por una hermosa coincidencia de quienes te legaron sus genes pero tampoco naciste solo para ser hija de ellos. En todo caso tienes que agradecer a tus padres que hayan sido el conducto para que seas una persona que está en este mundo y que te hayan dado los elementos indispensables para tu crecimiento físico y emocional, pero ERES mucho más. Estás aquí para algo. “La esencia de la felicidad consiste en que aceptes ser el que eres”. Erasmo de Rotterdam
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