35 habitual cuando del cuerpo físico se trata, pero otra cosa (hablo en base a mi experiencia personal), es el ‘cuerpo’ emocional, la psique, el alma. Las ‘heridas emocionales’ no curadas o no resueltas, esas que se encerraron bajo siete llaves en el trastero del inconsciente suelen mostrar su ‘estado de no sanación’ habitualmente en forma variada: enojos habituales, tristeza sin motivo, desánimo, abordar las situaciones con llanto, depresión, ira, necesidad de quedar por encima de los demás, mal manejo de la frustración, descuido emocional de uno mismo, pensar mal de uno mismo, victimismo, no atreverse a poner los límites, mal meterse con uno mismo, considerarse un desastre, mentir, discutir por discutir, no responsabilizarse de las conductas propias, cansancio vital, decepción… Entonces, si el tiempo sepulta pero no cura… ¿Qué hacer? Ir al trastero y sacar todo lo que allí hay con el fin de proceder a hacer una selección de lo que se puede y se debe ‘curar’ así como de lo que no necesita cura sino ser echado a la basura. Sí. A veces, basta con echar al basurero los recuerdos, vivencias, sueños rotos o no realizados… que no sirven para nada excepto para dar dolor de cabeza y otros malestares como por ejemplo ‘tener a gente en tu cabeza sin pagar alquiler’ (este concepto se me ocurrió hace muchos años y así lo reflejé en uno de mis libros). Solemos guardar ‘recuerdos’, facturas no pagadas (tipo: fulanito o sotanita me hizo tal cosa…), rencores varios que no hacen sino crear moho en nuestro inconsciente al no dejar que circule el aire. Nos encanta almacenar traumas, malos rollos, recuerdos dolorosos de situaciones que ya no tienen remedio... Ergo, tirar trastos es una tarea con resultados muy saludables. Y, con lo que no se resuelve tirándolo a la basura, ¿qué se puede hacer? Abordarlo. Abordarlo como si de un potencial tesoro se tratase: 1. ¿Me puede enseñar algo? 2. ¿Me puede servir para algo? 3. ¿Podría ayudarme a resolver algo? 4. ¿Guarda relación con algún otro de los otros ‘tesoros’ potenciales que hay aquí guardados? 5. ¿Cómo debería proceder caso de que me lo quisiera ‘quedar’? 6. ¿Cómo haré (evidencia) para saber que lo ‘resolví’ adecuadamente, que le saqué provecho? En el libro ‘Mujeres que corren con lobos’ , Clarissa Pinkola Estés, (autora), habla de la capa, que se confeccionaron tanto ella como sus pacientes, en la cual bordaron con todos y cada uno de los eventos vitales dolorosos sin los cuales no habrían llegado a ser las mujeres tan maravillosas que eran. Es una bella manera de resumir el trabajo de resolución de conflictos. En mi caso, opté por una fiesta de celebración a la que invité (metafóricamente hablando, dado que la organicé tan sólo en mi imaginación, o sea, virtual), a todas aquellas personas que no habían creído en mí, me habían obsequiado con esponsorización negativa o con antipiropos, me habían dado la espalda o traicionado, mentido y etc etc etc… Les organicé la fiesta. Me situé en la puerta cual buena anfitriona para darles la bienvenida uno a uno. Y, uno a uno, les fui dando las gracias por lo que me habían hecho ya que, lo que ellos me habían hecho, yo lo había usado como ‘lección’ u oportunidad de aprendizaje. Asimismo, despedí uno a uno. Observé como se alejaban hacia el infinito y se los tragaba un agujero negro haciéndolos desaparecer de mi vista y de mi vida. Me quedé muy a gusto, fantástica. Por consiguiente, como buena valenciana, o hago fiestas o hago una Falla donde quemo trastos viejos (ese fue el origen de las Fallas en Valencia). ¿Qué hago con todo ese espacio vacío? Decorarlo con lo que más me apetece, por ejemplo, con Luz angelical, buenos pensamientos, recuerdos maravillosos, creencias reforzadoras, buenos aromas, vivencias con personas/almas que le hablaron a la mía aunque fuese un rato… Me gusta la armonía, la belleza, el orden, me gusta la Vida. En mi vida, reino yo y lo que a mí me gusta, me sienta bien, me ayuda a ser mejor ser humano y no me toca la corona, porque, ésta, no me la quito ni para dormir. Un trastero sin trastos se puede convertir en la habitación de la creatividad, en el salón del trono… Un trastero, al dejar de serlo o de tener esa función, puede ser lo que tú quieras. • Ponte la corona y no te la quites ni para dormir. • Cree en tí. • Llévate bien contigo porque es la relación que te durará toda la vida. Si te tratas bien sólo querrás relacionarte con personas que te traten igual de bien que te tratas tú... • No más trasteros llenos de inmundicia y trastos que sólo estorban. • Aprovecha tu tiempo en la Tierra. Que cada día, al ir al dormir, sientas que ha servido para algo, que lo has vivido. • No dejes para mañana lo que puedas arreglar, limpiar, reparar, tirar, redecorar, empezar... hoy.
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