Lo Mejor de Retos Femeninos - Marzo 2023

35 se nos hace difícil convencernos de que, afuera, se estará mejor. El miedo usa sus razonamientos seductores para animarnos a que nos quedemos en la ‘seguridad’ de los límites conocidos: ‘mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer’, o ‘más vale una mala relación que estar solo’. Poco a poco, nos acostumbramos a ‘estar abajo’, manera eufemística de decir que uno se acostumbra a sentirse inferior, yendo por la vida pidiendo perdón por molestar y permiso para existir. La inferioridad no conviene a nadie, crea muchas molestias e incluso dolencias en el cuerpo físico (dolores de espalda de tanto encorvarse uno ante la vida o los demás en una manera simbólica de mostrar el sentimiento de inferioridad). De tanto repetir un comportamiento acaba por convertirse en anclaje. •Sepidepermisoporquesetienemiedoal ‘castigo’. En el caso de las personas que se relacionan entre ellas usando el ‘palo y el caramelo’, o sea, el premio y el castigo, centrarse en la búsqueda del ‘premio’ implica que cada miembro de la pareja debe tratar de adivinar qué quiere el otro, cómo puede contentarle y no contrariarle. Nadie parece querer el ostracismo. Paradójicamente, el auto-ostracismo está sumamente extendido. Las personas se auto castigan al obligarse a ser, comportarse, fingir, pensar o decir lo que no es su verdad, o no se ajusta a su escala de valores y principios. En las escuelas no enseñan a ser fiel a uno mismo ni a ser sincero ni auténtico: la autenticidad es tildada de peligrosa. Desilusionamos a muchos. Cuando alguien se ha prefijado una expectativa respecto del otro, con toda probabilidad se le desilusionará. Aunque tratase de agradarle, no lo lograría. El énfasis se pone en ‘agradar’: esperar que los demás nos agraden así como dedicarnos a agradar al ‘partner’. Resultado: baja resistencia a la frustración. La gente se cabrea sobremanera con nosotros. Y, nosotros con ellos. Nos enfadamos con el Gobierno, con la persona que nos atiende en el supermercado, con el paciente, con el cliente, el cliente con el tendero, el profesor con el alumno, el marido con su esposa, la esposa con el marido… Formamos una cadena de desilusión. • La frustración sólo trae soledad, amargura y auto ostracismo. • La honestidad, a la corta, puede que no te abra puertas, pero a la larga, te abrirá las del Olimpo. • Asimismo, un camino de paz interior se abrirá en nuestro interior y ya nunca más estaremos solos. Los siete miedos 1. Soletatis: A no tener amigos ni nadie que te quiera 2. Pobretatis: A no tener dinero o a no ser lo suficientemente rico 3. Enfermitatis: A no tener salud, o enfermar y o poder tener tratamiento o no tener dinero para curarte. 4. Diferentatis: A ser diferente y que te echen del CdR de turno 5. Solteritis: A no tener pareja, o sea, a vivir bajo el signo del ‘San Valentín no tiene quién le quiera’. 6. Anonimitis: A que no te reconozcan tu talento. 7. Paraditis: A no tener trabajo, no triunfar en tu profesión, no tener reconocimiento profesional. Los complejos • El cuento de la Cenicienta: comportarse como una persona acomplejada que permite que la ninguneen por activa y por pasiva. • El patito feo. No creer en la luz personal, no ser capaz de ver la belleza que alberga su interior. • La bella durmiente. Atontamiento, diadema floja, creer que su vida no merecería la pena hasta que no tuviera pareja. • Dos complejos en un mismo cuento, el original se centra en Blancanieves (que parece no asumir la responsabilidad de su vida y tiene miedo a mostrarse y a las relaciones de igual a igual). Pero, existe, la Madrastra, la manipuladora… • La niña de los fósforos. La persona que sale a perder a la vida en todo tipo de situaciones y circunstancias. • La lechera, más que un complejo, un síndrome. Los daños colaterales del tener complejos, son: • Malas compañías. Uno se relaciona con gente nada recomendable para el bienestar personal y la supervivencia de su dignidad. Las relaciones, a cualquier nivel, son de preferencia con personas que practican todo tipo de artes manipuladoras con tal de tener a alguien a quien sacudir y usar como cubo de sus basuras existenciales. La codependencia emocional, el amar demasiado (Robin Norwood), son las variables dominantes y eje de las relaciones tanto de pareja como de amistad. • Cosechas podridas y lluvia de chuzos de punta. Las malas relaciones son fuente de conflicto, de

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