17 Tus hijos van a tener que experimentar situaciones difíciles o injustas en la escuela y en la calle pero es parte de aprender y madurar. Es normal sufrir cuando un ser querido atraviesa por una situación dolorosa, pero no trates de vivir tu vida a través de ellos, deja que vivan su propia vida, que cometan sus propios errores y encuentren su felicidad. 4. La hiperresponsabilidad. Tú no eres la única responsable de que la familia funcione pero sí eres responsable de aprender a delegar. Cada persona tiene su propio estilo de aportar al bienestar familiar, así que tampoco exijas que todos se comprometan de la misma manera ni con la misma intensidad porque eso no va a pasar. Los 5 secretos de las familias felices 1. Las relaciones familiares necesitan ser alimentadas con respeto, tolerancia y constantes demostraciones de amor y cariño. Dicen que “la confianza da asco” porque en ocasiones guardamos lo mejor de nosotros mismos para los compañeros de trabajo y amigos. No seas farol de la calle y oscuridad de tu casa, trata a tus seres queridos con el mismo interés que tratarías a un buen cliente o a tu jefe. 2. Evita dejarte arrastrar por la rabia. Hasta en las mejores familias se dan los conflictos y las discusiones pero es importante aprender a contar hasta 10 antes de dejarse arrastrar por un enfado y explotar. El ego herido y las justificaciones defensivas nos alejan de la solución de un conflicto. 3. Aprende a pedir disculpas cuando te equivoques y a perdonar cuando te lastimen. En las relaciones estrechas es fácil hacerse daño voluntaria o involuntariamente. Cuando hieres los sentimientos de alguien, aprende a pedir perdón y reparar. Si te lastiman trata de ponerte en los zapatos de tu ofensor. Cuando logras hacer esto desde el amor, es más fácil comprender y aceptar sus limitaciones y el hecho de que todos cometemos errores, hasta tú. 4. Sé respetuosa, incluso cuando te sientas decepcionada. Muchas veces tratamos de vivir la vida de los demás o los manipulamos para que hagan las cosas como nosotros pensamos que se deben hacer. Si tu hija ya no quiere seguir en clases de piano o tu hermana anda con un novio que no es rico ni guapo, evita juzgarlos y transmitirles tu decepción. Cada quien tiene sus razones y aunque quieras, no puedes vivir la vida de nadie. 5. Aunque estés muy cansada no utilices frases como “Déjame en paz, que no vez que estoy agotada”. Si el exceso de trabajo o las presiones cotidianas te están robando la capacidad de disfrutar de la compañía de tu pareja o tus hijos, interesarte por ellos o de estar receptiva a sus sentimientos y necesidades, piensa en reorganizar tus actividades. A veces nuestro afán de ser perfectas hace que nos sintamos sobrecargadas y crónicamente cansadas cambia la actitud y te aseguro que mejorará la calidad de tu vida. Los problemas siempre van a existir pero se resuelven con voluntad, aceptación y enormes dosis de AMOR.
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