7 Bonaccio, investigadora del Departamento de Epidemiología y Prevención y primera autora del estudio- utilizamos la clasificación internacional NOVA, que caracteriza los alimentos en función de cuánto experimentan extracción, purificación o alteración”. Aquellos con mayor nivel de procesamiento industrial entran en la categoría de alimentos ultraprocesados -añade-. Según nuestras observaciones, las personas que consumen grandes cantidades de estos alimentos tienen un mayor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares”. El principal culpable, según los expertos, podría ser el azúcar, que en los alimentos ultraprocesados se agrega en cantidades sustanciales. Pero la respuesta parece más compleja. “Según nuestros análisis -explica Augusto Di Castelnuovo, epidemiólogo del Departamento, actualmente en Mediterránea Cardiocentro en Nápoles- el exceso de azúcar juega un papel, pero representa sólo el 40 por ciento del aumento del riesgo de muerte. “Nuestra idea es que un papel importante lo juega el propio procesamiento industrial, capaz de inducir modificaciones profundas en la estructura y composición de los nutrientes”, apunta “Los esfuerzos encaminados a llevar a la población hacia una dieta más saludable -comenta Licia Iacoviello, Directora del Departamento de Epidemiología y Prevención de Neuromed y profesora titular de Higiene y Salud Pública en la Universidad de Insubria en Varese- ya no pueden abordarse solo por las calorías contando o por vagas referencias a la dieta mediterránea”. Reconoce que se consiguieron buenos resultados por esos medios, “pero ahora el frente de batalla se mueve -advierte-. Los jóvenes en particular están cada vez más expuestos a alimentos preenvasados, fáciles de preparar y consumir, extremadamente atractivos y en general baratos”, advierte. “Este estudio y otras investigaciones internacionales que van en la misma dirección, nos dicen que, en un hábito de nutrición saludable, los alimentos frescos o mínimamente procesados deben ser primordiales –prosigue–. Aun así, dice la experta, dedicar unos minutos más a cocinar un almuerzo en lugar de calentar un recipiente en el microondas o tal vez preparar un bocadillo para nuestros hijos en lugar de poner un snack preenvasado en su mochila, son acciones que nos premiarán con el paso de los años”.
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