29 amor les decepcionó, y no lo han superado. Por eso no quieren verse involucrados en relaciones donde puedan ser lastimados si aman y no son amados, o si les aman pero pierden a esas personas. El amor es grandioso, y en todo lo mejor de la vida existe la cara de la otra moneda: la pérdida. Nacemos y morimos. Enfermamos y sanamos. Amamos y perdemos, pero mientras amamos hemos tenido la oportunidad de llenar las alforjas de nuestra alma de momentos que nos acompañarán y consolarán en los días donde sólo amanezca la tristeza. Amar es adentrarse en una jungla sin mapa, pero con la fe y la confianza de que en algún momento hallaremos algo que merezca la pena y un lugar donde refugiarnos. Amar es despojarse de miedos, pero arroparse en ellos para no caer en la ceguera cuando nos deslumbre la luz de la autenticidad. ¿Compartir o exclusividad? Dependen de tu escala de valores, y de tus creencias (believes o forma de pensar). No todas las personas son de ‘compartir’ alegremente, algunas tienen unas murallas de protección de su yo y de su intimidad muy sólidas, ergo no dejan entrar a cualquiera en su vida ni le permiten entrar de cualquier manera. Las personas que se valoran no se comparten con cualquiera que les pueda dejar el interior del ‘castillo’ hecho unos zorros. Puede que suene anticuado o del siglo pasado, pero el amor, la autoestima, la autovaloración no entienden de ‘modas’ ni de siglos. La autovaloración (self worth), cuando es sólida y está bien estructurada no admite ‘comparticiones’ porque sabe que estas suelen ser maneras eufemísticas de abordar una situación desde la mentira, la cobardía y el conformarse a la baja. Esto es, cuando la persona no se valora, y piensa que no se merece nada mejor o se convence de que no habrá nada mejor, en ese caso se ‘obliga’ o condiciona a aceptar un trabajo que no hace justicia a sus talentos o refrenda su valía, lo mismo que traga con relaciones donde su corazón no entra en juego pero si vapuleado. Esas relaciones abiertas son la prueba de que la persona (hombre o mujer), por un lado suele temer comprometerse, por otro, tiene miedo a que le amen, y por otro, se autoconvence de que no hay nada mejor a la vista (pensamiento derrotista). Quien cree en sí mismo, se ama, y está dispuesto a luchar por sí mismo/a, no se conforma con la opción menos mala, o con cualquier cosa. Muy al contrario, se aferra a la idea de que ahí afuera hay algo mejor para él o para ella. Si yo lo valgo y lo creo, ¿por qué voy a conformarme con o primero que me ofrezcan y más cuando esto no está a la altura de mi corona de reina o de rey? No se trata de estar ‘liberada’ al estilo del CdR (Club del Redil) sino de las normas propias basadas en el respeto a la dignidad propia y la preservación de la integridad. Que cada cual haga lo que le plazca, pero no vale el autoengaño. Muchas veces se envuelve en papel de ‘liberalidad’ el autoengaño para que éste no parezca lo que es, y se vea como ‘adecuado’ lo que es una verdadera baratija: si aceptas un trabajo donde no te pagan ni tratan acorde a tu valía, ¿de qué adoleces? Si aguantas en una relación abierta muy a tu pesar (te lamentas, te quejas del chico, te levantas con náuseas, te sientes ninguneada o minusvalorada… O en masculino si eres chico), ¿cómo es que te obligas a aguantarlo? ¿Acaso esperas que él se dé cuenta de lo maravillosa que eres? ¿No has pensado que de creerlo así no andaríais metidos en esos ‘menage a trois’? Lo único que de verdad merece la pena estar abierto son las puertas de tu alma para que entre la luz y la brisa de la verdadera libertad. Nunca jamás traiciones tu integridad ni por nada ni por nadie. Ergo, lárgate de cualquier relación (cerrada, abierta, medipensionista, o colgante), si no eres feliz o piensas que no te tratan como consideras de que debes ser tratada/o. Lo que permites es lo que promueves. Felices relaciones. ¿Es tu pareja una pyme emocional o es algo más?
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNjQ2