27 que se ignora a menos que una persona lo saque a pasear. Personalmente, prefiero centrarme en la información que me transmite esa persona con su actitud, soy de dejar que su alma se exprese. Excepto que vaya a contratar a alguien para un trabajo determinado, su currículo no me interesa. He conocido a gente con importante carrera universitaria que, como seres humanos, no eran de mi gusto hadado. En cambio, he conocido a personas sin estudios de altos vuelos, que eran excelentes ejemplares de seres humanos. También me he topado con la combinación ganadora: grandes titulaciones y gran calidad humana. Y, ¡cómo no!, con pobres de espíritu sin formación académica. De todo hay en la vida. Afortunadamente para mí, tengo personalidad y carácter para poner límites, y tablas para relacionarme con todo tipo de profesionales del mundo mundial merced a mi profesión anterior. • SIEMPRE he tenido claro que lo más valioso de este mundo es la persona, su interior. Mi abuela María Rosseta sostenía que más valía persona que bienes. Ella era muy sabia. Mi familia humana, que es, a la vez, mi clan de alma, me ha transmitido valores muy sólidos. Tal vez, sólo me los recordaron puesto que yo ya los traía conmigo. O, quizá me reuní con ellos aquí porque era el mejor grupo/familia desde dónde proseguir mi viaje humano. De hecho, a mi madre la llamo ‘mi aeropuerto humano’. Yo no nací de ella, simplemente aterricé en la tierra a través de ella, de ahí lo de ‘aeropuerto’. Cuando he olvidado, o dejado de lado mis orígenes de alma, lo he pasado mal, rematadamente mal. Mi madre suele recordarme que la alegría no es algo que yo haya desarrollado a lo largo de mi existencia, sino que nació conmigo y, simplemente, la he mantenido a salvo de depredadores humanoides. No todo lo que acontece en la vida humana me gusta, pero lo acepto porque forma parte del contrato. Mejor aceptarlo que crearme un problema con ello. Procedo como el agua que, en lugar de pelearse con los obstáculos que salen a su paso, los reencuadra. • SIEMPRE me ha gustado estar en compañía de la naturaleza, del cosmos. Al estar siempre en compañía del Universo, nunca me he sentido sola sino arropada, protegida y amHada. Nunca me ha faltado lo necesario. Siempre he tenido lo que necesitaba y, cuando he estado en apuros, siempre me ha salido al paso una persona que me ha ayudado. Esto me lo reveló un astrólogo en Barcelona en el curso de astrología que impartía. O sea, está en mi carta astral el que ‘cuando me la pego, lo hago contra un colchón que aparece milagrosamente en el último instante’. Cosas hadadas… Soy consciente de que he usado ‘cuantificadores universales’ (nunca, siempre…), tal y como se clasifican en PNL, los cuales suelen ser propios de personas con una actitud absolutista o dubitativa o anclada en el miedo. No creo serlo, pero quien sabe… Los he usado para enfatizar mis puntos de referencia, mis anclajes vitales. Sólo por eso, y por nada más. Asumo que no le puedo gustar a todo el mundo, ni lo pretendo. Asimismo, también sé –así lo enseño desde hace años a otros-, que todos filtramos a los demás y a sus ‘cosas’. Dependiendo del estado de nuestro ‘filtro’ de la realidad, así les percibiremos: desde muy nítidos o parecidos a su realidad hasta el grado máximo de distorsión tanto de lo que dicen como de ellos, de su ser.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNjQ2