11 la maternidad como lo hacía antes. Separa tiempo para ti: Ponerse en último lugar es el denominador común entre las agotadas. ¿De qué vale tener a tu hijo en clases de baloncesto, francés y arte por las tardes si eso hace estresarte y pasarte metida en tráficos descomunales, llegando a casa “muerta” de cansancio y malhumorada? No te eches encima más carga y procura hacer algo para ti por cada cosa que hagas por ellos. Y sobretodo, no te creas la Mujer Maravilla: pide ayuda a tu pareja, familia o si puedes, contrata ayuda. Siempre comparto con las madres el consejo más sabio que he escuchado: “Si mamá es feliz, los hijos serán felices”. Por eso, ámate, saca tiempo para ti y descansa hasta acabar ese agotamiento que roba momentos que jamás volverán.
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