29 de lo que desea nuestra familia. Nos casamos, dejamos un amor porque no era de nuestra clase social, vivimos aquí o allá porque la sociedad, la familia, la… nos impulsa o “fuerza” a ello (nos convencemos de que es así la realidad). Siempre que para dar respuesta a una inquietud busquemos afuera, preguntemos a otros, hagamos lo qué otros nos dicen…, estamos usando la referencia externa. ESPONSORIZARSE POSITIVAMENTE ES… • Hablarte bien a ti. • Pensarte bien, pensar bien de ti. • No hablar mal de ti a terceros. • No permitirle a nadie que hable mal de ti o te ningunee en tu presencia, o sea, en tus narices. • No maldecir, criticar o darle con la incomprensión a cualquiera de los Yoes de tu pasado. • No tildar de ‘fracaso’ cualquier meta no lograda o cualquier sueño no alcanzado. • No criticar tus ‘supuestas equivocaciones’. En vez de criticar, debes mostrar empatía, comprensión y compasión contigo. CÓMO PROCEDER. • Imagina que eres tu propio ángel de la guarda. • Escoge un lugar y color para situarte y así asociarte a ese estado de “ángel de la guarda”. • Tómate el tiempo que necesites para sumirte en ese estado de ángel. • Visualízate enfrente del ángel e imagina que ambos os cogéis de las manos. • Dite las cosas positivas y bellas que sólo un ángel de la guarda diría. Algo así como: “eres un ser bello, pleno de bondad y de amor, que merece lo mejor del mundo y es perfecto en su esencia.” Y, todo lo (bueno) que se te ocurra. • Haz una lista de todas aquellas personas que han creído en ti y te han dicho cosas bellas y positivas acerca de ti a lo largo de los años que llevas en la Tierra. • Haz una lista de los comentarios negativos. Luego imagina una caja negra hermética, pon dentro de ella todos aquellos comentarios negativos con los que te han obsequiado a lo largo de tu vida. Al finalizar, imagina cómo cierras la caja, la lanzas hacia el universo y se pierde en la distancia, en la inmensidad. • A continuación, visualiza a todas las personas que te hicieron esos comentarios negativos. Uno a uno, dales las gracias por no haberte entendido, por no haber creído en ti, por no haber sabido ver el ser tan maravilloso que eres y cuan conectado estás con el alma que eres. Despídeles y hazles saber que nunca jamás serán bienvenidos en tu vida. • Reúnete con tus sponsors positivos. Imagina cómo te dicen de nuevo todas esas cosas bonitas que, en otras ocasiones, te dijeron. Llévalas al lugar sagrado de tu ser (ya sabes que, por ser sagrado, es secreto.) • Enciende una vela para celebrar tu nuevo estado interior. • De ahora en adelante, todos los días, ten tu momento “ángel de la guarda”, dedícate a decirte cosas bellas a sí mismo. Se tu mejor esponsor. Sé tú ángel cada uno de los días de tu vida.
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