39 que puede existir el riesgo de que la madre quiera reparar conflictos y sus éxitos personales a través de su hija. Por otro lado, la hija responde en base a ciertas expectativas conscientes e inconscientes de las creencias que su madre tiene. Muchas hijas no se sienten queridas, entendidas o aceptadas por su madre, por lo que suelen tener relaciones conflictivas en su vida adulta. Cuando las madres desaprueban, critican o ignoran a sus hijas, estas pueden crecer sintiendo que no son inteligentes, que no son bonitas o que no sirven para nada. Estas mujeres tienden a reprimir sus logros y se sienten carentes de valor. Si la madre no es una imagen confiable, son ausentes o son desconsideradas, entonces es muy probable que sus hijas vivan con miedos y busquen obtener la atención por todas partes y no se sepan querer ellas mismas. La tristeza es que muchas de ellas nunca aprenden a decir «no», carecen de amistades con otras mujeres y sus relaciones con sus parejas son muy tóxicas. La falta de confianza en sí mismas tiene que ver en parte por el sentimiento de que nunca se sintieron queridas. Sus relaciones básicas fueron poco afectivas, salieron lastimadas y por lo tanto evitarán (de manera inconsciente) volverse a sentir así. En la superficie parece que desean una relación, pero en el fondo la evitan o buscan a la persona equivocada. La falta de sensibilidad crea personas hipersensibles o totalmente frías y su estado de ánimo suele ser voluble, impredecible o muy conflictivo. Es importante tener relaciones sanas, especialmente la relación madre-hija ya que ésta es una relación esencial para la formación del carácter y la seguridad personal. Sí eres mamá o tienes problemas con tu madre, recuerda que quizá ella tiene sus batallas y que también tiene que luchar, quiérela, entiéndela y sanen juntas. La Receta Madre - mujer Ingredientes • Conciencia – reconocer, aceptar el privilegio y la responsabilidad de ser madre • Fortaleza – valor para ser un buen ejemplo y no vivir a través de los hijos • Determinación – valentía para luchar contra los límites y la adversidad • Claridad – entender el rol de madre y desempeñarlo con orgullo • Empatía – entender y amar a los hijos como son, sin limitarlos o juzgarlos Afirmación personal para celebrar a la mujer: Ser madre es un privilegio, lo recibo con orgullo y con responsabilidad. Reconozco que mi amor hacia mi hija puede impactar su futuro. Soy el mejor ejemplo que puedo. Reconozco que mi hija tiene su personalidad, sus sueños y sus potencialidades. Soy y dejo ser. Nutro mis pensamientos con ideas positivas. Soy creativa y tengo voz que se sabe defender y proteger. Reconozco mi esencia. Ayudo a que mi hija tenga una buena vida y un buen futuro. Amo a mi hija sin criticarla. Escucho con interés lo que mi hija me quiere comunicar. Amo a mi hija a pesar de todo y aunque sea como es, porque es mi hija y eso es suficiente para mí. Cómo ser una mejor madre: 1. Tengo conciencia y responsabilidad de mi valor personal. Ser madre requiere de tener y nutrir mi amor propio y de tener el valor para aceptar a mi hija y poderla valorarla tal cual ella es. 2. Soy una persona positiva y reconozco que si me cuido y soy honesta conmigo misma seré mejor madre y persona. Hay que cuidar el bienestar personal para poder desarrollar una maternidad sana y sólida. Al ser mejor persona soy mejor ejemplo y, por lo tanto, mi hija tendrá una mejor imagen de sí misma. 3. Amar a mi hija es el mejor proyecto de vida que puedo tener. Cada una tiene el poder para elegir cómo utilizar el privilegio de ser mamá. Cuando una tiene la claridad de su misión, la vida se hace más llevadera y las cosas que una hace y dice tienen mucho más valor. No basta con traer a los hijos al mundo, hay que enseñarles a amarse y hay que amarlos con devoción.
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