15 2. Ponte cómodo: como adultos pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo, así que vale la pena invertir en una cama que sea cómoda y te ayude a relajarte. 3. Mantén una rutina: al igual que los niños, es importante que te prepares para el descanso, acondiciona tu cerebro para el sueño. Practica actividades que te relajen: leer, meditar, escribir, un estiramiento leve. 4. Controla el estrés: si tu mente sigue ocupada y ansiosa y no puedes dormir, intenta practicar técnicas para controlar el estrés antes de acostarte. 5. Levántate de la cama: si no puedes dormir, mejor levántate y haz algo que te ayude a relajarte. En palabras de los especialistas: es posible que dormir sea más importante que comer; los animales mueren antes si les falta el sueño que si les falta el alimento.
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