7 demostrado que la maternidad sigue siendo una barrera para el avance de las mujeres en sus carreras, acentuando la desigualdad de género en el ámbito laboral. Es lo que se conoce como penalización por maternidad, tan visible como que una mujer con descendencia tiene un 36% menos de posibilidades de acceder a una entrevista de trabajo que los hombres, a igual currículum y mismo número de hijos, según datos del Observatorio Social de La Caixa. Otros datos que indican esta realidad son: • Las mujeres que son madres experimentan una caída salarial del 4% por cada hijo que tienen, mientras que los salarios de los hombres no se ven afectados por la paternidad, según un estudio de la London School of Economics. De hecho, algunos estudios sugieren que los hombres tienden a ganar más tras convertirse en padres, un fenómeno conocido como el “bonus por paternidad”. • Según la Organización Internacional del Trabajo, a nivel mundial, las mujeres que son madres tienen un 25% menos de probabilidad de ser ascendidas en comparación con los hombres o mujeres sin hijos. • Un estudio realizado por Harvard encontró que el 41% de los empleadores, tanto hombres como mujeres, perciben que las mujeres que regresan al trabajo después de tener hijos están menos comprometidas con sus carreras. Este estigma impacta tanto en su acceso a nuevos roles como en su evaluación profesional. Hay muchos más datos y estudios, pero ¡darían para un libro completo! ¿Hay solución? A pesar de estos desafíos que dan tanto vértigo, sí. Aquí te comparto varias medidas que pueden implementar las organizaciones para crear un entorno laboral más equitativo y permitir que las mujeres desarrollen su carrera profesional mientras son madres: • Permisos parentales equitativos: Aunque, poco a poco, se va avanzando en este sentido y ya existen algunos países que cuentan con permisos paritarios (Suecia es buen ejemplo de ello), la realidad es que muchas empresas aún no ofrecen permisos de maternidad y paternidad iguales. Al garantizar permisos parentales equitativos, tanto para madres como para padres, se distribuye el cuidado y se reduce el estigma hacia las mujeres. Países como Suecia, por ejemplo, han implementado con éxito permisos parentales compartidos que permiten a ambos padres ausentarse del trabajo sin afectar su carrera. • Flexibilidad laboral: Implementar políticas de trabajo flexible, como jornadas reducidas o teletrabajo, puede facilitar que las madres equilibren sus responsabilidades laborales y familiares sin sacrificar su desarrollo profesional. Según un informe de McKinsey, las empresas que promueven el trabajo flexible tienen un 53% más de probabilidades de retener a sus empleadas madres a largo plazo. • Programas de mentoría y redes de apoyo: Crear programas de mentoría específicos para mujeres que están regresando del permiso por maternidad puede ayudar a reincorporarlas de manera efectiva y fomentar su crecimiento profesional. Además, las redes de apoyo entre madres en el lugar de trabajo crean espacios donde se pueden compartir experiencias y estrategias para superar obstáculos. • Sensibilización sobre los sesgos inconscientes: La formación en sesgos inconscientes dentro de las organizaciones puede ayudar a mitigar la discriminación hacia las mujeres que son madres. Las empresas deben comprometerse a evaluar y modificar sus procesos de selección y promoción para garantizar que las decisiones se tomen con base en el mérito y no en suposiciones sobre el compromiso de las mujeres con hijos. Estos sesgos inconscientes, que han moldeado una forma muy concreta de ser buena madre, son muy dañinos para las mujeres. Sin duda, el impacto de la maternidad en el desarrollo profesional de las mujeres es una realidad que no puede ser ignorada. Los datos muestran una clara penalización para las mujeres que deciden ser madres, pero también existen soluciones que pueden cambiar este panorama. Adoptar políticas inclusivas y crear una cultura laboral que valore y apoye a las madres es crucial para cerrar la brecha de género y garantizar que ninguna mujer tenga que elegir entre su carrera y su familia. La maternidad no debería ser vista como un obstáculo, sino como una experiencia enriquecedora que puede aportar nuevas perspectivas y habilidades al entorno laboral.
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