8 Ana González Pinto Ana González Pinto ¿La música es machista? “Mamá, ¿qué significa ser una perra en la cama?”. Mi hijo -que por aquel entonces tendría 7 años- me soltó esta pregunta mientras escuchábamos el último éxito de Becky G en el coche y a mi casi me da un infarto. Algo hizo clic dentro de mi. Y, desde aquel momento, comencé a analizar los mensajes que las canciones transmiten, cuál es su impacto en la reprodución de los estereotipos machistas y cómo influye en la justificación de la violencia hacia las mujeres. Hablo, sobre todo, del reggaeton: ese estilo musical de moda y cuyo ritmo es tan pegadizo que tarareamos casi sin darnos cuenta. Con frecuencia, en las letras de las canciones de reguetón las mujeres no tienen nombre, y se refieren a ellas como ‘cuerpo’, o se las nombra según sus características: ‘tengo una rubia que tiene grandes las tetas’, ‘la nalga bien grande’, o ‘en la teta y el culo tiene 10 mil pesos’. En este sentido, uno de los elementos más llamativos es la identificación de la mujer con su culo y pechos. Además de referirse a las mujeres según su aspecto o sus características físicas, también se las suele clasificar en la doble condición en la que las sitúa el machismo tradicional, es decir ‘esposas’ y ‘zorras’. Así, aquellas que ‘andan sueltas’ son consideradas como putas a disposición de los hombres. ¿Qué denota que sigan difundiéndose este tipo
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