29 amor. No necesito controlarte para estar bien”. No es cortar la relación, es soltar la necesidad de que las cosas sean “como yo quiero”. ¡Eso da una libertad increíble! La mayoría sufre no por lo que pasa, sino por querer que sea como “debería” ser. 3. Da gracias todas las noches: Cada noche escribe en tu cuaderno dos cosas por las que das gracias y una cosa a la que hoy decides decirle “adiós” con amor. Ejemplo: “Gracias por el café delicioso de hoy” “Gracias por la risa con mi amiga…” “Adiós a querer tener la razón en la discusión” Agradecer conecta con el presente. Decir adiós entrena el músculo del soltar. El desapego no es perder, es liberarte. No necesitas controlar nada para estar en paz. Lo que es para ti, se queda sin esfuerzo, sin luchas. Lo que se va, enseña. La felicidad no está en tener más, sino en necesitar menos y vivir con libertad. Podemos aprender a soltar y despegarnos diariamente en lugar de esperar hasta que la vida nos haga soltarlo todo de un jalón. ¡Es hora de empezar a soltar y empezar a practicar el desapego en mi vida diaria!
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