40 Eli Martínez Cuando el ego de los adultos lastima el alma de los hijos. La alienación parental no es un problema legal. Es un problema emocional, psicológico… y profundamente humano. Es el intento, consciente o inconsciente, de uno de los progenitores por poner al hijo en contra del otro. A través de manipulación emocional, comentarios sutiles (o explícitos), chantajes, silencios prolongados o historias tergiversadas, el niño empieza a rechazar a un padre que, en el fondo, sigue necesitando. • “No te ha llamado, ¿ves que no le importas?” • “Yo sí estoy siempre para ti, no como él (o ella).” • “No quiero que vayas con tu papá, pero si tú quieres ir a sufrir…” Todo eso deja huellas invisibles… pero profundas. ¿Qué hay detrás de la alienación parental? Detrás de esta conducta hay dolor no procesado, heridas narcisistas, deseos de venganza o una necesidad extrema de control. No se trata de proteger al hijo del otro progenitor, sino de usar al hijo como escudo, moneda de cambio o arma emocional. Es el ego adulto disfrazado de amor. Y aunque se diga “lo hago por el bien del niño”, en La alienación parental Eli-Martínez
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