32 @mariesthermtz Mariesther Martínez Eroza Pobres padres que no aprendieron a ser padres A mí me gusta mucho hablar de equidad. Y casi siempre el tema se inclina hacia la falta de equidad en cuanto al género femenino. Pero en este mes que se celebra el Día del Padre, me siento a reflexionar en las grandes diferencias que existen entre la imagen materna y la paterna. Pobres padres que no educamos para ser realmente padres. Las mujeres tenemos una gran ventaja con nuestros hijos, ya que formamos un vínculo desde que son engendrados dentro de nuestro vientre. Ser madre requiere de 9 meses previos de relación con esos enanitos. Se manifestarán primero con ascos, luego con molestias, después con movimientos y al final con una hermosa sonrisa que te identifica como su mamá. ¿Pero qué pasa con el padre? En primer lugar ser padre es cuestión de fe. Ellos saben, o creen saber que ahí, adentro de tu vientre hay un ser que algún día les dirá PAPÁ. El problema es que hemos educado a los hombres que, ser un buen padre, es cubrir el aspecto de provisión, protección y disciplina. Entonces al saberse padres, sienten que una losa más grande que la del Pípila, les cae encima. Y salen de sus casas para obtener eso que los hará convertirse en padres respetables olvidandose de fortalecer el vínculo más importante: el amor, la convivencia y el aprendizaje que te da la vida diaria. Pobres hombres que al ser niños les castramos el amor al decirles “no sientas”, “no llores”, “no seas
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