Lo Mejor de Retos Femeninos - Junio 2025

8 Ana González Pinto Ana González Pinto Cómo decir “NO” y no morir en el intento ¿Por qué cuesta decir que no? (Spoiler: a las mujeres más que a los hombres). Porque no nos educan para decir que no y para poder decirlo de una forma amable o asertiva. Al contrario: nos educan para complacer a los demás sin tener en cuenta nuestras propias emociones. Durante décadas, la educación social de las mujeres ha girado en torno a un mismo eje: agradar. Estar disponibles. No incomodar. La amabilidad como virtud incuestionable. Pero ese mandato —aparentemente inocente— ha tenido consecuencias profundas en el desarrollo personal y profesional de muchas mujeres. Normalmente se piensa que somos egoístas o incluso malas personas si nos negamos a algo. Se nos enseña a priorizar lo que otros quieren o demandan y no a valorar lo que una siente o a ser honestas con lo que queremos o no queremos. También ocurre porque siempre estamos buscando la aprobación de quienes nos rodean. Y, ¿cómo nos afecta el no poder decir que no? No darle importancia a lo que realmente queremos hacer nos lleva a acumular pequeños malestares que nos pueden afectar mucho en nuestra vida y en nuestra salud emocional. Porque es algo que ocurre todos los días, aunque no nos demos cuenta. Por ejemplo, cuando alguien en el trabajo te pide un favor -que le cubras o que asumas algunas tareas que no dependen de ti- y no puedes decirle que no. O con amigos o familiares cuando nos proponen un plan

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNjQ2