25 y probablemente de la forma menos amigable posible. Tú debes encontrar tu nivel óptimo de estrés. Esto significa que debes hallar el nivel de estrés suficiente como para tener la motivación de ser proactivo y progresar en tu vida, estableciendo metas y objetivos que arrastren tu voluntad, limitando la acción de los agentes agresores que pugnarán siempre por infiltrarse a través de cualquier flanco que tú dejes al descubierto. Ellos estarán siempre al acecho, pero tú puedes trabajar sobre tu actitud frente a los mismos, aprendiendo a priorizar tu vida y tu salud y administrando tu tiempo de una manera adecuada. Después que tu organismo claudique no hay protesta que valga. Aunque él no te haya advertido que no podías seguir así, ahora que estás leyendo estas líneas, estás al tanto que nada es para siempre y que la complacencia que tiene tu cuerpo al acompañarte en todos los excesos a que tú lo puedes someter, tiene también un límite que debes respetar. No es conveniente llegar hasta el borde del precipicio y creer que no caerás en él, pensando que serás capaz de retroceder antes que el desastre se produzca. La experiencia marca con claridad que son muchas más las veces en que puedes caer al vacío, que aquellas en las cuales puedes actuar a tiempo en salvaguarda de tu salud. ¡¡¡Piensa en ti y en quienes te rodean y que a la vez quizás dependen de ti!!! No los defraudes. Cambia tu actitud e incrementa tu calidad de vida. No hay nadie que se vea más beneficiado que tú. Tómate diariamente unos minutos para reflexionar simplemente acerca de tu vida y del grado de satisfacción o insatisfacción con lo que la misma te devuelve en el día a día. Modifica en la medida de lo posible aquellas conductas que tú identificas como las responsables de tus fracasos o de tus frustraciones. Estarás poniendo a la reacción del estrés en su justo lugar. El desborde en cualquier ámbito de tu existencia no es aconsejable. Actúa a tiempo. La vida a pesar de las dificultades que tiene…vale la pena vivirla.
RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNjQ2