8 Ana González Pinto Ana González Pinto Burnout femenino: cuando el cansancio es también desigualdad En los últimos meses, el término burnout se ha vuelto omnipresente. Se habla de estrés crónico, fatiga emocional y desconexión laboral como si fueran epidemias modernas. Y lo son. Pero lo que pocas veces se dice —y es urgente visibilizar— es que el burnout no afecta igual a mujeres que a hombres. El síndrome de burnout -ese desgaste físico, emocional y mental producido por el estrés laboral crónico- no afecta a todas las personas de la misma manera. Diversos estudios han demostrado que mujeres y hombres experimentan y gestionan el burnout de forma distinta, y que la brecha de género también se manifiesta en el agotamiento. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres presentan tasas de estrés y ansiedad laboral entre un 20% y un 30% más altas que los hombres. En España, el 67% de las mujeres reconoce haberse sentido emocionalmente agotada en el último año, frente al 53% de los hombres, de acuerdo con el último estudio de Cigna sobre salud laboral. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta es compleja y multifactorial, pero hay varios factores que lo explican: • Sobrecarga de roles: además de su empleo remunerado, muchas mujeres siguen asumiendo la mayor parte de las tareas de cuidado y del hogar, lo que multiplica su nivel de exigencia y disminuye su tiempo de descanso real. • Autoexigencia: lasmujerestiendenaasumirmayores
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