9 • Sustituye la pregunta “¿está perfecto?” por “¿es suficiente y útil?”. • Celebra los avances, aunque sean pequeños. Frase para recordar: La excelencia suma, la perfección asfixia. El síndrome de la impostora: Ese miedo a no estar a la altura, a que descubran que “no sabemos tanto como aparentamos”, lo vivimos el 60% de las mujeres líderes al menos una vez en su vida. Este síndrome no solo frena ascensos, también apaga nuestra voz en reuniones y proyectos clave. Cómo desactivarla: • Haz un inventario de tus logros: ponlos por escrito, míralos con objetividad. • Busca una mentora o red de apoyo femenina. • Practica hablar de tus éxitos sin disculpas ni diminutivos. Frase para recordar: No eres una impostora: eres fruto de tu propio esfuerzo. El miedo a incomodar: Las mujeres hemos sido educadas para caer bien, para agradar. Pero a veces, el miedo a incomodar nos hace callar cuando deberíamos hablar, aceptar cuando querríamos proponer y ceder cuando sabemos que podemos liderar. Cómo desactivarla: • Recuerda que no se puede liderar sin tomar decisiones. • Da tu opinión en espacios pequeños para ganar seguridad. • Cambia el “¿les gustará?” por “¿es lo correcto y necesario?”. Frase para recordar: La incomodidad es a veces la antesala del cambio. La falta de tiempo para nosotras: Entre trabajo, familia, proyectos y redes sociales, muchas mujeres ponemos nuestras necesidades al final de la lista. Pero crecer profesionalmente exige tiempo para formarse, para pensar, para crear. Cómo desactivarla: • Agenda cada semana al menos una hora “sagrada” para ti: lectura, formación, descanso. • Automatiza o delega tareas repetitivas. • Recuerda que priorizarte no es egoísmo, es autocuidado. Frase para recordar: Cuidarte a ti misma es la primera tarea de liderazgo. El techo mental: Antes de romper techos de cristal externos, necesitamos reconocer que a veces el primer límite está en nuestra propia mente: “esto no es para mí”, “no voy a poder”, “ya es tarde”. Cómo desactivarla: • Revisa qué creencias te limitan y cámbialas por afirmaciones potenciadoras. • Rodéate de mujeres que ya han llegado donde tú quieres llegar. • Ponte objetivos ambiciosos, aunque den vértigo. Frase para recordar: El techo de cristal más duro es el que nosotras mismas sostenemos. Si desactivamos estas cinco barreras antes de que acabe el año, llegaremos al 2026 con un motor renovado: más confianza, más claridad y más libertad para decidir hacia dónde queremos llevar nuestra vida y nuestro liderazgo. Porque crecer no es solo cuestión de oportunidades externas; también es cuestión de romper las barreras internas que nos impiden brillar con toda nuestra luz. ¿Te animas a empezar hoy?
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