Lo Mejor de Retos Femeninos - Octubre 2025

30 @rosetta.forner.9 Rosetta Forner De tus “fracasos” deberás de aprender, si quieres triunfar Este arquetipo suele suscitar “emociones” encontradas. Y, es que se suele pensar en el guerrero como alguien que “guerrea” o “hace la guerra”. Nada más lejos de la realidad. El guerrero es el coraje en nosotros, nuestra capacidad de lucha, de consecución de metas deseadas, de emprender aventuras vitales, de ir hacia adelante en la vida sin dejarnos vencer por el miedo, el tedio, la rutina, la inseguridad o lo que sea. Ahora bien, un guerrero sin amor es una suerte de “mercenario” o “justiciero” que se lleva por delante todo obstáculo que se interponga entre él/ella y su objetivo. Pero, cuando un guerrero tiene corazón y sabiduría, alcanza sus metas sin necesidad de dañar a nadie, es más, procura que nadie salga perdiendo (usa la asertividad y la fórmula: “Yo gano, tú ganas”.) Las personas cuyo guerrero interior está “dormido” no suelen alcanzar ninguna de las metas que se proponen. El guerrero en nosotros es asimismo un estratega, un analista de las situaciones y de las posibilidades y de los potenciales obstáculos o peligros. Pero llegar a desarrollar el potencial del guerrero en nosotros hasta sus últimas consecuencias, es decir, poner en funcionamiento el ciento por ciento de ese arquetipo, pasa por varias fases, las que hemos denominado: “Los diez estadios del alma”. Triunfar como ser humano no está necesariamente interrelacionado con alcanzar la fama social, el triunfo con reconocimiento profesional de otros

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