32 Ricardo Eiriz Recorriendo el dial de una radio sintonizamos un sinfín de emisoras que llegan hasta la estancia en que nos encontramos, sin siquiera ser conscientes de ello. Cada emisora se expande y fluye con su propia frecuencia, siendo el aparato de radio quien sintoniza con ese estímulo, y reacciona transformando la energía que recibe en sonido. Las emociones son como emisoras de radio. Cada una presenta una frecuencia energética característica, que fluye y se expande por nuestro cuerpo y mucho más allá. Las emociones positivas se caracterizan por tener frecuencias elevadas, mientras que las emociones negativas lo hacen por sus bajas frecuencias. Estudios realizados en múltiples ocasiones y lugares de todo el mundo, como por ejemplo en el Institute of HeartMath en Estados Unidos, demuestran el enorme poder que ejercen las emociones sobre nuestro organismo. Como si de un aparato de radio se tratara, nuestro ADN interpreta las frecuencias de las emociones, respondiendo de forma inmediata. Las frecuencias elevadas que caracterizan a las emociones positivas, como por ejemplo la gratitud, el amor o la compasión, provocan que las hélices de ADN se desenrollen, se relajen, se expandan, y Los bloqueos emocionales, un veneno, en ocasiones silencioso www.eiriz.com www.metodointegra.com
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