Lo Mejor de Retos Femeninos - Octubre 2025

35 Muchas veces nos cuesta desprendernos porque tememos lo desconocido. Sin embargo, aferrarnos a lo viejo es como intentar que un árbol mantenga sus hojas marchitas: se estanca, se marchita, pierde fuerza. La verdadera valentía está en abrir los brazos al cambio, en aceptar que la vida es movimiento y que la renovación es necesaria para crecer. El otoño, con su belleza melancólica, nos recuerda también que soltar puede ser un acto de amor propio. Al dejar ir lo que no nos hace bien, nos regalamos paz, ligereza y claridad. Nos convertimos en mujeres más libres, capaces de tomar decisiones desde la autenticidad y no desde el miedo. Cada hoja que cae es una invitación a pensar: ¿qué quiero soltar en mi vida? Puede ser un pensamiento limitante, un vínculo que nos lastima, una costumbre que nos frena. Hacer esta reflexión nos ayuda a tomar conciencia de que siempre podemos elegir y que esa elección marca la diferencia entre quedarnos atrapadas en el pasado o avanzar hacia el futuro. Así como los árboles se preparan para florecer de nuevo, también nosotras podemos usar este otoño como un punto de inflexión. Que sea el momento de soltar con gratitud y de abrir espacio para lo bueno que está por llegar. Porque solo cuando nos vaciamos de lo que sobra, podemos llenarnos de todo aquello que nos nutre y nos hace crecer.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNjQ2