37 y una genuina sed de aprender son la moneda de cambio que te distingue. Tu imagen profesional se construye a partir de: • Apariencia y vestimenta: No se trata de lucir costoso, sino de demostrar que tomas tu trabajo en serio. Un atuendo apropiado, una buena higiene y un aspecto ordenado reflejan respeto por tu rol y tu empresa. • Lenguaje y comportamiento: En la sala de juntas o en una entrevista, tu postura y tu lenguaje no verbal comunican más que tus palabras. La clave es escuchar atentamente antes de hablar, y elegir un vocabulario que refleje tu seriedad y profesionalismo. • Actitud positiva: Tu energía es contagiosa. Las personas quieren trabajar con un espíritu enérgico, con alguien dispuesto a resolver problemas en lugar de crear excusas. Si demuestras entusiasmo y una actitud de “puedo hacerlo,” te volverás un activo invaluable para cualquier equipo, incluso si eres el más joven. Conclusión: tu futuro empieza ahora Tu futuro profesional no espera a que te gradúes. Comienza en este preciso momento, con cada decisión sobre tu imagen profesional. Recuerda que tu imagen no es un disfraz, sino el puente entre quién eres en realidad y la persona que el mundo necesita que seas. Proyectar seriedad, responsabilidad y la habilidad para resolver situaciones es la forma más sólida de asegurar tu camino al éxito. Cómo pasar del estancamiento al liderazgo
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