42 Las dos caras del miedo Vivir en la zona de confort nos ata al pasado, mientras que aferrarnos al “¿qué pasaría si…?” nos roba el futuro. El miedo es una emoción inevitable. Nadie está exento de sentirlo. Sin embargo, lo que hacemos con él determina si se convierte en una barrera o en una puerta hacia nuevas posibilidades. Existen dos formas comunes en las que el miedo se apodera de nosotros: • El miedo de salir de lo conocido, que nos ata a la zona de confort. Nos quedamos en lo familiar aunque incomode, porque preferimos la certeza de lo que duele a la incertidumbre de lo nuevo. • El miedo de explorar el futuro, que nos paraliza con preguntas del tipo: “¿qué pasaría si…?” o “¿qué será después?”. Este miedo nos llena de escenarios catastróficos que, en la mayoría de los casos, nunca llegan a ocurrir. Ambos tienen algo en común: impiden vivir el presente con plenitud. Uno ata al pasado, el otro roba el futuro. Y en medio, se nos escapa la vida que sí podemos elegir y transformar hoy. El miedo no se niega ni se pelea; se puede posponer para escucharlo con claridad y sin ruido. Al darle Becky Krinsky www.recetasparalavida.com
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