Lo Mejor de Retos Femeninos - Abril 2022

31 deja vivir, hasta que se encuentra con el siguiente trago, es un alcohólico, está enfermo. Cuando siente que la pareja le pertenece y que no debe moverse ni un centímetro sin su permiso, tiene una autoestima en el suelo; está cubierto de inseguridades, seguramente como producto de una herida de abandono y eso lo ha llevado a la celotipia. Cuando quiere controlarlo todo a su alrededor y está convencido que la única persona en hacer bien las cosas es ella y cree que el mundo gira a su alrededor, tiene un temor al rechazo que le hace meterse en el disfraz del personaje perfecto, porque cree que eso es lo que le da valor como ser humano. Es un narcisista. Y así podríamos seguir nombrando conductas tóxicas en las que, tal vez, en algún momento, nos hemos reconocido; sin embargo, no nos gustaría ser etiquetados por ello. La vida es un camino de aprendizajes y siempre hay oportunidad de cambiar. Por supuesto que no te estoy diciendo que debes aguantar a nadie que merme tu amor propio, pero tú te acercaste a esa persona en cierto momento en el que, seguramente, también estabas lleno de carencias. Cuando estamos equilibrados, sanos y felices, ni por equivocación atraemos este tipo de personas a nuestras vidas. Recuerda que para que haya un victimario, debe de haber una víctima. En vez de juzgar y señalar con encono a ese ser tóxico que ha osado meterse en tu vida, pregúntate qué requieres para dejar de necesitar ese tipo de personas en tu vida, para abandonar las conductas tóxicas hacia ti mismo y con ello, dejar de buscar a quien responsabilizar de tu sufrimiento y sacrificio, sea la pareja, una amiga, un padre o madre; es más, hasta un hijo al que has educado de esa manera para seguirte castigando.

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