Lo Mejor de Retos Femeninos - Septiembre 2022

25 Entonces, estos dos ingredientes, esperanza por un lado y fe por otro, son dos fuerzas extremadamente poderosas que nos motivan y nos impulsan a la acción. Aparece desde lo más profundo de nuestro ser, una energía creadora y estimulante, que está basada en el reconocimiento de las personas que somos y de la decisión de apoyarnos en nosotros mismos como trampolín para lograr aquello que deseamos en la vida. Y si a esta acción nosotros le sumamos el compromiso y la energía total, vamos a obtener finalmente cambios muy significativos en la relación que nosotros tenemos con nuestro entorno. Y quizás te haya pasado que hayas tenido que postergar ese café que querías tomar, una semana, dos semanas, quizás tres, y… por el otro lado te has munido quizás de la paciencia, de la tolerancia, del compromiso de tratar de que en algún momento, ese encuentro se pueda realizar. Compromiso que es la acción e interacción con los demás seres humanos y con el mundo que te rodea, agregándole la responsabilidad de tus actos y respetando tus deseos y tus necesidades, peromanteniendo también la consideración acerca de los deseos y necesidades de los demás. Y actuar en la vida, con entrega total, significa emplear al máximo nuestras capacidades y nuestros talentos brindando lo mejor de nosotros mismos y siendo perseverantes, y yo diría, que no solamente perseverantes, sino también obstinados, en algunos aspectos, teniendo siempre en cuenta cual es nuestro objetivo final, con la convicción de que no hay duda de que hemos de llegar. Y el objetivo final primordial, es el bienestar. El objetivo final primordial, es sentirnos bien con nosotros mismos, en primer lugar y con la vida. Y a medida que vamos obteniendo pequeños resultados o cambios, que van sustentando ese juicio que nos merece nuestra propia persona, el valor que nos merece nuestra persona, se estimula automáticamente la confianza en nosotros mismos, o sea, que vamos a creer cada vez más en nuestras propias fuerzas a través de una acción constante y sostenida. Y esa confianza, en la medida que crece, nos va a estimular a tener una imagen o un concepto mucho más fortalecido, de cómo somos, de quienes somos y de hacia dónde vamos. Un ser humano que se respeta a sí mismo, es capaz de tomar decisiones, es capaz de asumir la responsabilidad de su propia vida y es capaz también, de desarrollar una buena dosis de tolerancia a la frustración. Y vaya que a veces, hay momentos, en los cuales hay que poner dosis elevadas de tolerancia a la frustración, cuando algo que deseamos, cuando algo que queremos, se posterga. Y esto significa que tanto los éxitos como los fracasos, debemos aceptarlos como si fueran una moneda con un anverso y un reverso con la cual nos manejamos cotidianamente. Y después de leer todas estas apreciaciones, yo te pregunto, si tú no estás dispuesto a asumir ese compromiso por trabajar cerca de lo que significa el mejor concepto de tu persona. El camino es largo. Muchas veces no sabemos hacia donde dirigirnos, porque es tanta la oferta de posibilidades, que dudamos acerca de cuál es exactamente el camino. Y Bernard Show decía que las personas siempre culpan a las circunstancias de lo que son, y él decía “yo no creo en las circunstancias, la gente que avanza en este mundo, es la que persigue y busca las circunstancias que desea. Y cuando no las encuentra, las crea”. Entonces una vez que hemos recorrido esos caminos del diálogo interno, una vez que hemos tomado una serie de cafés con nosotros mismos, y habiendo incursionado en lo más profundo de nuestro ser, para ver cómo somos y cómo actuamos, nos vamos a encontrar en las mejores condiciones para iniciar ese nuevo camino que nos va a llevar hacia un horizonte diferente, a un destino distinto. Una nueva identidad, una nueva persona va a emerger como consecuencia de un trabajo serio y profundo que nosotros hemos realizado para establecer, en primer lugar, una relación de simpatía y de amistad con nosotros mismos, con esa confianza y seguridad en aquellas cosas que pensamos, que decimos y que sentimos y con una capacidad de aprender a utilizar ese respeto por nuestra persona, como un instrumento para poder marcar los límites necesarios en el contacto con los demás seres humanos. Ese respeto por uno mismo es una puerta cuyo picaporte se abre de adentro. Nosotros vamos a dejar que se aproximen aquellas personas que nosotros deseamos o entendemos que pueden hacerlo.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTUxNjQ2